El Dinosaurio Nico
Había una vez un dinosaurio muy alegre, llamado Nico que se levantaba por las mañanas siempre cantando. Aún en pijamas, le encantaba prepararse un rico desayuno con jugo de naranja, con tostadas y así sonriendo y bien alimentado comenzaba su día de trabajo.
Tenía grandes y viejos amigos, una casa muy bella, rodeada de arboles, pinos y flores, y a pesar de todo, él insistía en que quería un amor en su vida, que era eso lo único que le faltaba para ser completamente feliz.
Una mañana muy parecida a las demás, Nico se dirigió a recoger naranjas para su jugo, cuando de repente vio una señorita dinosauria, muy hermosa y con una canasta llena de naranjas.
No podía creer aquella coincidencia, fue así que se pusieron a conversar y al poco tiempo se encontraron compartiendo no sólo los jugos de naranja sino también un hogar y como no, las tostadas. Nico se convirtió en el dinosaurio más feliz y comprendió que el amor puede llegar cuando uno menos se lo espera.
Me gusta mucho su nombre