El loro rosado
Todas las mañanas cuando Santiago sale al jardín se encuentra entre las ramas del viejo árbol de naranjas a Pinky el loro rosado de la familia, este apareció en la casa una noche casi agonizante, nadie sabía cómo había llegado allí, era apenas un bebé, aún no tenía plumas y todos pensaron cuando lo vieron tendido a los pies del naranjal que estaba muerto, Mimí la gata de la casa entró corriendo a alertar a todos y los llevó hasta el jardín, ella trataba de reanimarlo lamiéndolo pero el pequeño lorito no abría los ojos.
Rápidamente Sandy, la mamá de Santiago lo tomó entre sus manos y masajeó suavemente el cuerpito de Pinky, lo llevó a la cocina de la casa y lo abrigó con un pañito calientico, fue entonces que vieron por primera vez esos enormes ojos rosados que les robaron el corazón a todos. Inmediatamente Sandy preparó una especie de papilla con fruta y cereal molido y empezó a alimentar a Pinky con un gotero, al principio le daba comida cada dos horas, pero en cuestión de días el pequeño loro era alimentado directamente de una cucharilla, poco a poco se fue fortaleciendo y en unas semanas ya caminaba por toda la casa.
Dormía acurrucado junto a Mimí, quién lo trataba como a un hijo, lo seguía a donde quiera que fuera y cuidaba que no se metiera en problemas, cuando Pinky se salía de la casa la gata lo tomaba suavemente por un ala y lo llevaba a un sitio seguro. Al cabo de un tiempo el cuerpo del loro se cubrió de unas pequeñas plumas rosadas, nadie entendía como un loro podía tener tal color, rápidamente fue creciendo y su plumaje abundante era de un color rosa suave mientras que su piquito y patas eran rosa fuerte.
Cuando aprendió a volar todos temieron que se fuera de la casa pero por el contrario Pinky prefirió el abrigo de su familia y las ramas del naranjal para vivir, por eso siempre que salen al patio Pinky los saluda desde lo alto del árbol y de vez en cuando baja a dormir entre las paticas de la bella Mimí.
Moraleja: “La familia es el tesoro más preciado y está allí donde hay seres que nos quieren y cuidan”