El vecino nuevo
Había una vez una pequeña familia que vivía en un bosque. Y la gran peculiaridad era que su casa era un gran árbol.
Ellos vivían muy felices, agradecidos por tener un bosque tan encantador para disfrutar, y también pensando que dichosos eran todos de tenerse los unos a los otros. Pasaban la mayor parte del día haciendo cada uno sus tareas, algunos cortaban leña otros preparaban las comidas, y al final del día todos se juntaban en la mesa para compartir sus aventuras.
Sin embargo una noche, tocó a la puerta un vecino, que les informó que era nuevo, y que vivía inmediatamente al lado en una casa con ruedas. Alejo, el más grande de la familia indignado dijo: “como puede ser que tenga esa casa, en cambio nosotros solo tenemos este viejo árbol”, pero Mani le contestó: “Nunca compares así, hay gente que no tiene ni una ni la otra”.