La muralla mágica
Había una vez una muralla de roca que estaba escondida y en letras sobre ella tenía grabada la inscripción “Soy mágica”.
Entonces un día un niño llamado Andrés estaba jugando con su pelota y le dio tan duro que mando la pelota a donde estaba la muralla. Cuando Andrés fue a recoger su pelota, leyó la inscripción que había en la muralla y trato de descifrar como se podria abrir la muralla.
Andrés probo todos los trucos de magia que se sabía, probo diciendo “abracadabra”,“ábrete sésamo” entre muchas otras y no puedo.
Cuando ya estaba cansado de tanto intentar dijo – Por favor ábrete muralla que ya estoy cansado.
La muralla por fin se abrió, y después de que se abriera Andrés le dijo –Gracias murallita por haberte abierto.
Después de haber dicho eso, ya se iba a marchar a casa cuando la muralla abrió un pasadizo secreto donde había pelotas de todos los colores y dulces de todos los sabores.
Desde allí Andrés descubrió que Por favor y Gracias eran las palabras mágicas más importantes.