Lemi, un zorrito desobediente
En los campos del norte había una hermosa aldea, con casas muy simpáticas de techos bajos con tejas de color verde, con grandes ventanales, y gente muy amistosa. Y al lado, vivía una pequeña comunidad de zorros colorados.
Una tarde salieron varios zorritos a dar un paseo, los más grandes guiaban a los más pequeños porque los bosques eran muy lindos pero bastante peligrosos, con precipicios y lagos profundos.
Lemi sabía perfectamente que no debía abrirse del camino ni separarse de los demás, pero su curiosidad pudo más y se fue por otro camino.
Al darse cuenta de que él no estaba, los demás zorritos comenzaron la búsqueda y al rato lo encontraron en un árbol con mucho frío y miedo llorando.
Su mamá le dio un gran abrazo al alegrarse de que nada malo le había sucedido, pero le dijo: “Nunca debes desobedecer a los mayores”.