Una reina encantadora
María Luisa siempre había soñado con vivir en un palacio rodeada de animales, y pasearse con largos vestidos por todos lados. Sin embargo, lo que más quería era estar acompañado de un dulce Rey tener una corona de reina, como pasaba en los cuentos que solía leerle su madre.
Los jardines de su casa poco tenían que ver con los de un gran palacio, pero ella les tenía un gran afecto debido a los miles de recuerdos de su feliz niñez, el aroma de las margaritas y los limoneros, y cientos de plantas de las más bonitas.
Un día abrió las ventanas y con asombro notó que el Rey le había dejado una nota en su puerta, declarándole su amor. Al día siguiente se encontraron y comenzaron una bellísima relación que duró eternamente.
Todo aquello que representa lo más profundo de nuestros deseos, siempre puede transformarse en realidad.